PAIS DE CONTADORES

Dra. Susana B. Etchegoyen


-"...Dios te instituye Sacerdote del sagrado fuego de la vida...", decía una pequeña tribuna alzada contra los muros de la vieja Facultad de Medicina de la calle Tacuarí, en el l885...donde se rendían los exámenes finales de las tesis para el doctorado.-

Salud y Corrupción / Dr. Floreal Ferrara.


        Cuando ingresé a la Facultad de Medicina allá por los setenta, las ideologías dominantes (aún no silenciadas), sustentarían la honestidad, la corrección y el honor para formar médicos de bien y de conciencia pura.

        Como para tantos otros, fueron mi vocación de servicio y mi compromiso con la vida los preceptos que guiaron mis pasos en el largo y arduo camino de la formación médica.

        En aquellos años, Argentina todavía gozaba en el campo sanitario, de las innovaciones introducidas por el Dr Ramón Carrillo, que permitieron la construcción del Sistema de Salud Pública de la Nación, solidario y capaz de responder a las necesidades de una sociedad, donde la precarización del trabajo, la desocupación y la desaparición del sistema de seguridad social, no figuraba ni en las peores pesadillas de los más pesimistas.

        Teníamos opciones entonces en nuestra formación, había lugar para lo asistencial, la investigación, la docencia, y la especialización. Cada campo para el ejercicio de la profesión tenía valor intrínseco, porque la salud y sobre todo la vida eran considerados bienes supremos.

        Comprendo que desde este presente sometido a la determinación de los poderes que conducen la macroeconomía globalizada y el pensamiento homogéneo, cargado de una pobreza asombrosa, este ejercicio de memoria aparezca como una producción bizarra, sin embargo estoy convencida de que solo un espacio de reflexión y crítica, nos permitirá sustentar una práctica ética en medio de la insoportable intensidad de la desesperanza.

        Durante veinte años hemos padecido una política de arrasamiento del sistema de salud, sostenida en consignas tales como mejorar el gasto público, promover la diversidad y la competencia, adscribir a la supuesta libertad de mercados, descentralizar el Hospital público con Banco Mundial de por medio, autogestionar, etc., etc., etc. .....

        Y es en este contexto, que acompaña un proceso que involucró a todos los estamentos del país donde aparece un solo gran "ideal", que desplaza a todos los conocidos y conlleva un solo gran objetivo: controlar el gasto, lograr que la caja esté en orden,ahorrar (sin mencionar nunca para quién).

        País donde el poder que sabemos reside en lejanas latitudes, es manejado por gerentes de segunda que deciden nuestro destino, diseñan estrategias que nada tienen que ver con nuestras necesidades, y ostentan una miopía que les impide ver el abismo que se abre a solo un paso, de la caja tan bien cuidada y siempre vacía.

        Así es como en nuestra Sociedad aparece una especie nueva de sujeto infaltable en cualquier disciplina que se investigue. Sujeto devenido por vocación en Contador.*
        Ahora bien, ¿porqué digo Contador y no Economista?
        Porque la Economía es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de bienes destinados a satisfacer las necesidades humanas, y por lo que vemos en este país se trataría de una ciencia en extinción. En cambio veamos cual es el concepto de Contabilidad: orden adoptado para llevar las cuentas en debida forma.

        Especie con una capacidad camaleónica llamativa, por cierto. Si prestamos atención será facil reconocerlos, aunque se presenten como Gerentes, Especialistas en Recursos Humanos, Auditores, Coordinadores y hasta Directores, rápidamente identificaremos en el ejercicio de sus funciones a un contador.

        Como no podía ser de otro modo la Medicina, ha sido asaltada por estos mutantes, pioneros a la hora de bastardear la profesión y que solo rinden culto al altar del dinero.

        Desembarcaron impiadosamente en las Instituciones, sin importar que fueran privadas o públicas, para enseñarnos a nosotros otrora sus colegas: lo importante que es ahorrar.

        Nos enseñaron:

        Que la consulta no debe durar más de 5 minutos.(hay que hacer productivo el sistema)
        Que nadie necesita especialistas, porque para eso está el médico de familia ( en dos años equipara su formación a los 12 que llevaría formarse en las cuatro clínicas básicas).
        Que la tecnología se mira y no se toca.(Una cosa es mostrarla en la propaganda y otra muy distinta es andar generando gasto, a menos que el dueño de la Institución lo sea también de la aparatología en cuyo caso se sobreutilizará sin tener en cuenta el perjuicio ocasionado a los pacientes).
        Que la gente gravemente enferma debe ser enviada a la casa y abandonada bajo el eufemismo de cuidados paliativos (nada de andar gastando cuando "no hay más nada que hacer").
        Que auditar significa negar prestación.
        Que siempre a la hora de medicar hay que elegir lo más barato, aunque sea agua. (A menos que un producto haya pagado suculentas sumas por pertenecer al Vademecum de la Institución, en cuyo caso será bien visto que lo usemos - aunque sea agua).
        Que una cosa es cobrar caro por asistencia y otra muy distinta es prestar el servicio cuando llega el momento.
        Que la calidad debe incluir siempre bajo costo.
        Que se debe normatizar y excluir en la normatización todo aquello que sea caro, aunque haya demostrado ser netamente superior,y si es posible hay que hacerlo a nivel Nacional.(Liberando al Estado de su responsabilidad de garantizar salud a la población, y favoreciendo a los grupos que obtienen suculentas ganancias cobrando por sistema de capitación a cambio de subprestar sistemáticamente atención).
        Que los médicos (entiéndase por médico a aquel enemigo consustanciado con la práctica), nada entendemos de estas verdades y además somos los responsables de tanto gasto mal habido.
        Y...... si la náusea no me lo impidiera les aseguro que podría continuar con el recitado de esta nueva Biblia de Contadores que nadie sabe si alguna vez fueron médicos aunque ostenten Título y Honores.

        En lo personal afortunadamente, estos señores no han logrado que aprenda un ápice de los que intentan enseñarme. Solo me han confirmado lo que siempre pensé: el Universo de un Contador es algo limitado, un País de Contadores resulta en el mejor de los casos inviable, y un canalla es solo eso aunque cambie indefinidamente su ropaje.

        Es desde el pensamiento crítico y la memoria, evocando a los verdaderos maestros que tanto nos enseñaron, donde encontraremos las certezas que sostienen otra posición ante el ejercicio de la profesión que hemos elegido y ante la vida para cuyo sagrado fuego hemos sido instituidos ni más ni menos que como Médicos.


* Reciban pues un abrazo fraterno todos aquellos Contadores Públicos Nacionales, que realizan su trabajo con honestidad resultando víctimas primordiales de la especie a la que se alude en este artículo.


Dra. Susana B. Etchegoyen