Invitación a la Esperanza
...No acepten lo habitual
como cosa natural
pues en tiempo de desorden
de confusión organizada,
de arbitrariedad conciente,
de humanidad deshumanizada
Nada debe parecer natural,
nada debe parecer
Imposible de cambiar.
Bertold Brecht
Siempre resulta inquietante el balance al que nos enfrenta el fin de un año, pero quizás pocas veces como hoy, la incertidumbre y la angustia hayan arrasado de manera tan contundente el campo de la práctica y del pensamiento en el quehacer nacional.
La crisis terminal del Sistema de Salud en nuestro país, y la salvaje ofensiva de los grupos económicos gerenciadores sobre los derechos más elementales de médicos y pacientes, nos obligó a transitar los pasillos del Ministerio de Salud enfrentándonos con lo peor de una dirigencia funcional al poder económico, que hizo del cinismo el arte de la justificación.
El desprecio por la legalidad exhibido como el máximo trofeo por la clase política sobre la sociedad civil, nos inició en un camino desconocido hasta entonces, que trajo sobre el campo de la práctica médica efectos tan inesperados como deseables.
Fue la dificultad para articular una resistencia desde la acción lo que jaqueó la estructura misma de la sociedad médica, mostrándola con claridad inédita, fragmentada, y paralizada entre el discurso hipócrita de las Sociedades que dicen representarla y el vacío absoluto que el pensamiento gerenciador dejó allí donde alguna vez el pensamiento sanitarista alumbró uno de los mejores sistemas de salud del mundo.
El Ministro de turno, salió como tantos otros por la puerta trasera, y quizás algún día podamos juzgar públicamente su gestión, que algunos acusan de ineficiente y otros creemos altamente coherente con la defensa de los intereses que representaba.
Sin embargo el 2002 no nos encuentra mejor... Aunque parezca mentira una de las primeras medidas anunciadas por el flamante Gobierno fue SUPRIMIR ( por increíble que parezca!!!) el Ministerio de Salud, el de Justicia y el de Educación.
Asistimos atónitos por Cadena Nacional al dantesco espectáculo que mostró a nuestros legisladores aplaudiendo de pie, lo que constituye la declaración implícita del abandono del Estado de sus últimas obligaciones irrenunciables: garantizar el acceso igualitario de la población a la Salud, la Educación y la Justicia.
No nos engañanan los discursos demagógicos, que pretenden hacernos creer que la corrupción en el ejercicio de la gestión, se soluciona por eliminación.
La federalización en salud y educación solo refuerza la inequidad y abandona a los sectores más pobres del país a su propio destino.
En estas horas las farmacias del país dan cuenta de la suspensión de servicio a las Obras Sociales , el desbastecimiento que en el caso de las medicamentos oncológicos impidió el ingreso de drogas en la última semana, y la última versión del Manual Farmacéutico que permite comprobar el aumento feroz que Bayer imprimió a todos sus productos.
A quién reclamaremos, mientras nuestros nuevos funcionarios se dedican a ahorros vergonzantes?.
El escenario ha cambiado...... el poder juega a las escondidas y refuerza la confusión.
Sin embargo las condiciones son las mismas, y resulta imperioso que todos aquellos que nos hemos comprometido a honrar la vida con nuestro juramento, perseveremos en nuestros ideales y seamos capaces de poner palabras allí donde hay silencio cómplice , pensamiento donde hay vacío y práctica en el ejercicio de una ética de la verdad.
Porque pensamos que nada debe parecer imposible de cambiar , para todos aquellos que nos han acompañado en este año que termina, y que esperamos nos honren con su confianza en el que comienza, vaya un abrazo fraterno y nuestra invitación para renovar la esperanza, y perseverar en aquello que creemos.
Dra. Susana B. Etchegoyen
|