El control con mamografía
Una conversación de consultorio


Dr. Pedro M. Politi.
Prof. Adjunto, II Cátedra de Farmacología, Facultad de Medicina, UBA



Estimada Señora:


        Desde hace décadas se viene recomendando el uso rutinario de control con mamografía anual a todas las mujeres clínicamente sanas, a partir de los 50 años de edad. Esta práctica tiene por objetivo detectar tempranamente las alteraciones sospechosas en la glándula mamaria, aún antes de que alcancen un tamaño que las haga palpables. Por lo tanto, lo que se desea es obtener un alerta precoz. En los últimos diez años, y en medio de intensa controversia, las instituciones líderes de la salud en los EEUU recomendaron formalmente que este control periódico se iniciara a los 40 años de edad. En Europa (y en diversos centros académicos de los EEUU), las opiniones y recomendaciones oficiales continúan fuertemente divididas sobre la utilidad de comenzar los controles mamográficos a los 40.

        La premisa básica del control con mamografía es que esta técnica "ve" alteraciones muy incipientes y de pequeño tamaño, no reconocibles ni siquiera en un examen médico cuidadoso. Por lo tanto, en la eventualidad de que la alteración puesta en evidencia fuese maligna, (es decir, un cáncer de mama), se la habría detectado a tiempo - idealmente, con un diámetro de unos pocos milímetros - en una etapa en que las probabilidades de curación con los tratamientos disponibles (cirugía seguida de radioterapia) serían máximas, y la extensión de la cirugía se minimizaría.

        En otras palabras, esta política lleva a:


        Todo esto está muy bien: los beneficios quedan claros. Pero también es necesario que Usted sea informada también de los riesgos de esta estrategia.

        Distinguidos expertos suecos estiman en 3 a 4% el riesgo promedio (anual) de una falsa alarma en una mamografía de control. Con una rápida y simple aritmética, una mujer que realiza controles por - digamos - diez años, tiene 30 a 40% de probabilidades acumulativas de enfrentar una falsa alarma. Estudios muy prolijos, publicados en una de las mejores revistas de Medicina del mundo, mostraron que - a largo plazo - la mamografía de control genera la necesidad de estudios adicionales para corroborar el diagnóstico (repetición del estudio, mamografía magnificada, ecografía, punción, biopsia, etc) en un 28% de las pacientes, con toda la inquietud y angustia que esto trae aparejado. Este punto es importante, porque Usted debe comprender muy bien "en qué se mete" al acceder a los controles mamográficos, y tomar una actitud apropiada.

        Lo expresado arriba de ninguna manera sugiere que no deba efectuarse el control mamográfico (todo lo contrario! Estoy convencido que salva vidas!), pero sí indica que hay que aceptar ciertos riesgos de sobresalto, de inquietud por estudios adicionales. "Viene todo incluido", la sensación de seguridad por los controles "sin novedad", contrabalanceados por la (injustificada) angustia generada por las falsas alarmas.

        Hasta cierto punto, "así son las reglas del juego" en este caso. Y hay que saberlo de antemano.


Cuándo comenzar?

        A qué edad habría que comenzar con los controles mamográficos? Como mencionara arriba, hay controversia a nivel internacional en este punto. El problema es que la mamografía detecta diferencia de densidad en el tejido, y en la mujer joven (re-definiendo arbitrariamente "juventud" hasta los 50, y lamentablemente, sin tener en cuenta la "juventud espiritual y anímica") la mama es un tejido muy denso a los rayos X. Por eso, en un fondo de mucha densidad (muchas "marcas blancas" en la mamografía) podría no destacarse bien un cambio muy sutil en la gama de grises. Otro punto importante es que la frecuencia con que aparecen nuevos casos (incidencia) de cáncer de mama es mayor entre los 50 y 70 años, comparada con la incidencia entre mujeres de menor edad.

        En otras palabras, podríamos simplificar:


        La afirmación previa debe tomarse en forma relativa: el cáncer de mama existe también entre mujeres de menos de 50, y mucho más raramente, en menores de 40 años. Cada persona es un mundo, y hay numerosos casos de mujeres menores de 50 en que la mamografía ha detectado puntualmente una alteración en etapa precoz. Pero también, confiar solamente en la mamografía sería insuficiente.


En mi familia...

        Qué pasa con las mujeres que tienen un familiar (hermana, madre, tía, abuela) que ha tenido diagnóstico de cáncer de mama antes de los 50 años? En esos casos, habría que reformular la política de controles periódicos. Son muchos los especialistas que - en líneas generales - recomiendan iniciar los controles periódicos a una edad 5 a 10 años menor que la que tenía el familiar afectado al momento del diagnóstico.


Estudios genéticos?

        Si ha habido varios casos de cáncer de mama en la familia, o si la edad de diagnóstico fue inferior a los 40 años, o si se ha presentado además algún caso de cáncer de ovario, o si algún varón en la familia ha tenido cáncer de mama, corresponde analizar la posibilidad de un estudio integral de la familia, a nivel genético. Este es un tema delicado, que requiere un planteo individualizado. Hable con su médico.


Primero, lo primero

        Hable con su médico, para que le explique lo fundamental: cómo hacer Usted misma su examen mamario mensual - una poderosa herramienta para su salud - funcionando en conjunto con los controles médicos periódicos.

        En parte, su salud está en sus manos - y en el profesionalismo y competencia de sus médicos. Forme su equipo. Planifique la forma de vivir sana: un desafío que vale la pena.



Buenos Aires, mayo de 2002.