Liposarcoma.
Información para pacientes.


Escribe: Dr. Pedro M. Politi.
Oncólogo clínico, Equipo Interdisciplinario de Oncologia
e-mail: cancerteam@fibertel.com.ar

Concepto
        El liposarcoma representa una de las variantes más comunes del heterogéneo grupo de tumores llamados "sarcomas" o "sarcomas de partes blandas". La palabra "sarcoma" quiere decir "del aspecto de la carne", describiendo la consistencia de estos tumores. La aclaración "de partes blandas" intenta separarlos de otros tumores que se originan en los huesos.
        El término "liposarcoma" describe, entonces, un tipo de tumor cuyo aspecto general, y microscópico, recuerda al de un acúmulo de células de grasa ("lipo" = grasa), con características malignas variables.

        Cabe aclarar que los sarcomas, considerados en conjunto, son relativamente infrecuentes: representan aproximadamente el 1% de los tumores malignos. Son más frecuentes en adultos jóvenes.


Características clínicas
        El liposarcoma tiende a originarse en el tronco (en la pared posterior, en el compartimiento donde se ubican los riñones, más frecuentemente que en la pared anterior) o en la raíz de los miembros inferiores (muslo y glúteos). Suele alcanzar un volumen importante antes de ser diagnosticado, debido a que se desarrolla - en general, lentamente - en áreas del cuerpo en que sólo causa síntomas por compresión o desplazamiento de tejidos u órganos vecinos.

        Los sitios más comunes de metástasis son los pulmones, y en menor grado, los ganglios.

El diagnóstico
        Se requiere una biopsia, obtenida con aguja gruesa (por punción), o bien por la toma de un fragmento para estudio (biopsia mediante cirugía).
        Es fundamental evaluar la extensión de la enfermedad, con radiografías y tomografías (habitualmente, de tórax, abdomen y pelvis, y según la localización inicial, tomografía o resonancia magnética de miembros inferiores).

El tratamiento
        El tratamiento orientado hacia la curación es la cirugía. No cualquier cirugía es útil. Por ejemplo, solamente remover una parte del tumor no brinda auténtico beneficio: el tumor vuelve a crecer. Del mismo modo, una cirugía que no alcance a remover todo el tumor, con un margen aceptable de tejido sano en todas las direcciones, casi infaliblemente lleva a la recaída.
        El problema es que no siempre es técnicamente factible (o cosmética-, o funcionalmente aceptable) una gran cirugía. Hay áreas del cuerpo vecinas a nervios u órganos, que no son fácilmente removibles.
        Afortunadamente, es rarísimo que el liposarcoma invada el hueso, por lo que no hace falta remover hueso, aún en las grandes operaciones.

        La radioterapia post-operatoria es casi siempre necesaria, particularmente si el tumor es voluminoso. La radiación erradica focos microscópicos de enfermedad, disminuye el riesgo de recaídas en el mismo sitio, y también, en parte, el riesgo de desarrollar metástasis. Un detalle importante es que las dosis de radiación son relativamente altas (comparadas con las necesarias para tratar otros tipos de tumores), y deben ser entregadas con aparatos y tecnología de precisión. Esto requiere un tipo de máquina para administrar la radioterapia, llamada "acelerador lineal de electrones". El costo de estos equipos (supera largamente el millón de dólares) hace que no estén distribuidos en forma pareja en nuestro país. Esto trae aparejado problemas logísticos para los pacientes que viven lejos de las grandes ciudades.

        La quimioterapia (intensa, tóxica, y con posibilidad de secuelas serias a largo plazo) no demostró, en líneas generales, un efecto consistente en el sentido de aumentar las probabilidades de sobrevida, o disminuir el riesgo de recaída. Por ese motivo, actualmente no se recomienda quimioterapia post-operatoria como tratamiento estándar. Eso no implica que diversos centros en el mundo lleven adelante tratamientos en etapa de investigación con quimioterapia en esta situación.

        En caso de metástasis pulmonares, se presta cuidadosa atención a la posibilidad de removerlas con cirugía.


Factores que influyen en los resultados, y en el pronóstico.

        Continuaremos próximamente.


Abril de 2001.