Inequidad en el enfoque terapéutico del cáncer

Dr. Pedro M. Politi
Oncólogo clínico, Equipo Interdisciplinario de Oncologia, Buenos Aires.
Profesor Adjunto de Farmacología, Facultad de Medicina, UBA.
Ex-Fellow, Instituto Nacional del Cáncer de los EEUU.

e-mail: cancerteam@fibertel.com.ar

Está entre nosotros, es inútil negarlo. Hay un fuerte prejuicio en la comunidad médica, consistente en rotular a ciertas enfermedades como “sucias”, en contraposición con otras, “limpias”. Del mismo modo, hay patologías consideradas “altamente tratables” o “respondedoras al tratamiento” y otras, frente a las que no habría “nada que hacer”. Examinemos más de cerca este preconcepto, particularmente en lo referente a la patología oncológica. Los médicos, para bien o para mal, estamos inmersos en una serie de percepciones compartidas por la cultura en que vivimos. Una de esas percepciones sostiene que “el cáncer” es un conglomerado homogéneo de patologías, todas signadas por un fin fatal, inexorable. El círculo vicioso conceptual se inicia con un “no hay nada que hacer”, continúa con un “no hagamos nada”, y – ante las consecuencias lógicas de tal inacción – se cierra con la reflexión “viste, no había nada que hacer”. Una auténtica profecía de auto-cumplimiento.

Tomó décadas convencer a algunos grupos de especialistas -  luego de numerosos estudios clínicos con gran número de pacientes y prolijo diseño y ejecución – sobre los auténticos pro y contra de diversas intervenciones terapéuticas (cirugía, hormonas, quimioterapia) en el cáncer de mama, y posteriormente en el cáncer de ovario.

Tanto es así que actualmente son las mismas pacientes quienes reclaman información sobre esas opciones de tratamiento.

En contraste, la situación en el cáncer que causa más muertes en la Argentina (el cáncer de pulmón) es muy diferente. Se me ha informado que en un Hospital público del Nordeste, su Director habría emitido un memo indicando que a los pacientes con cáncer de pulmón no-operable, debería administrárseles solamente “cuidados paliativos” (entendamos: control de síntomas), ya que “no hay nada que hacer”. Es importante señalar que, en pacientes con enfermedad no-resecable, pero aún sin metástasis (estadío III), el uso de quimioterapia + radioterapia DUPLICA o TRIPLICA la expectativa de sobrevida a 3 y 5 años. Los detalles sobre las opciones terapéuticas en pacientes con enfermedad metastásica se exponen en otro documento (1). Baste por el momento mencionar que, como agudamente señalara la Dra. Viviana Baroli, neumonóloga de San Juan la tuberculosis y el cáncer comparten una serie de estigmas:

Qué motivos subyacen a estas percepciones?

En el caso del cáncer de pulmón, los tratamientos son complejos, costosos y frecuentemente, tóxicos. El arte médico estriba en poder discernir qué pacientes tienen mejor probabilidad de beneficiarse con ellos, comunicar esta información al paciente y la familia, y una vez planteadas las opciones con toda honestidad, acompañar la decisión del paciente, sea ésta la de “Combatir el buen combate” , o bien “Disfrutar el sabor de las cerezas”. Quién tiene tiempo para sentarse a escuchar y a explicar?  He aquí el dilema filosófico.

Otra posibilidad es el desconocimiento de la literatura, o la falta de tiempo para llevar adelante un análisis crítico de la misma. Este es el factor de deficiencia en la actualización o en la educación médica continua.

Por el contrario, algunos cierran filas y callan las opciones existentes. A veces, se ve flotar una motivación non-sancta : en quién confiar sobre las opciones de tratamiento, si sucediese – como a veces - que mi médico cobra un monto fijo mensual por atender a todos los pacientes con cáncer de pulmón, y cada tratamiento denegado – o eludido – representa un cuantioso ahorro? He aquí la tentación de lo monetario por sobre lo médico.

Pero la tentación de lo monetario también hizo presa de funcionarios que, percibiendo desorden y mal uso de los recursos en Salud, dan palos de ciego buscando poner la situación “en caja”. Pondrán así en orden las cuentas de su propio hogar? 

Algunos ejemplos de desorden? Fácil. El PAMI tiene un serio problema en el área medicamentos, y especialmente con los medicamentos oncológicos. El gasto es elevado. Quieren poner al PAMI en una posición incómoda? Pregunten: - Cuántos pacientes con cáncer tiene?   No hay respuesta precisa.  Pregunten más:- Cuántos pacientes con cáncer de pulmón tienen?  Prudente silencio. Estamos hablando del sistema de cobertura médica más grande del país.

Hipótesis: Se desea ajustar el gasto a partir de los números. Es como ir al restaurante y elegir platos por la columna de la derecha (precio), sin ver de qué se trata (y ... el médico le recomendó dieta!). Y si la provoleta es más barata que la ensalada? A comer provoleta!   En otras palabras, para una enfermedad, se autoriza utilizar lo más barato... y eso, sirve para esa enfermedad?  Alguien oyó hablar de Calidad?  Porque si compro barato lo que no me sirve... compré mal, no?  Y el PAMI compra aproximadamente un tercio del mercado de medicamentos del país, y la mayor parte de los medicamentos oncológicos.

Los pacientes y toda la sociedad tienen derecho a conocer sus opciones. Y tienen derecho a ejercitar su derecho de optar, una vez que han recibido información amplia y transparente. “Nunca es triste la verdad”, canta Serrat. Pero si fuese médico, hubiese continuado... “lo que a veces tiene, es remedio”.

Referencias

  1.  P. Politi. Tratamiento del cáncer de pulmón estadío IV. Ver http://www.Equipo Interdisciplinario de Oncologia.com.ar , en la Sección Documentos Médicos.

  2. V. Baroli. Tuberculosis y cáncer. Ver http://www.Equipo Interdisciplinario de Oncologia.com.ar , en la Sección Visitas.