Dioxinas, cáncer y otros riesgos para la salud

Escribe: Julián Freue
Estudiante de Medicina, Universidad de Buenos Aires.



Introducción
        El propósito de este artículo es mostrar cómo el hombre en su afán por desafiar a la naturaleza creando nuevas moléculas sintéticas introduce en el planeta elementos dañinos para sí mismo. No siempre se actúa con total conocimiento del probable impacto ambiental y sobre la salud que este tipo de sustancias provoca, lo cual nos deja en las manos de las grandes industrias que con sus desechos pueden dañar el planeta y a sus habitantes de manera irreversible. Es importante recordar que Tierra hay una sola, por lo tanto CUIDÉMOSLA.

Dioxina
        Dioxina es el nombre común para una categoría que incluye actualmente unos 75 productos químicos. Las dioxinas no tienen uso comercial; son productos tóxicos de desecho que se forman al quemar desperdicios que contienen cloro, o bien en la manufactura de productos que contienen cloro. El PVC (cloruro de polivinilo) es una de las fuentes más importantes de cloro, y se encuentra, entre otros, en el material de desperdicio médico. Los dispositivos de PVC comúnmente utilizados en la atención a la salud incluyen las bolsas utilizadas en terapias intravenosas, los guantes, las sondas, las tiendas de oxígeno, las cubiertas de los colchones, artículos de empaque y de oficina, tales como las carpetas médicas. Otras fuentes de dioxina son los derivados del petróleo, pesticidas (DDT, lindano), disolventes (percloroetileno, tetracloruro de carbono) y refrigerantes (CFC, HCFC).

        También se encuentran dioxinas en el humo de los cigarrillos: la concentración total de dioxina en éste es de aproximadamente 5 microgramos/m3. Se calcula que fumar 20 cigarrillos diarios significa una entrada en el organismo de aproximadamente 4,3 picogramos (la millonésima parte de un miligramo) por kilo de peso del fumador y por día (1). Si consideramos que la mayoría de los fumadores crónicos adultos se iniciaron como tales en su adolescencia, estando expuestos durante años, vemos que han acumulado esta sustancia y decenas de otros cancerígenos contenidos en los cigarrillos en su organismo. Aún más, estos contaminantes tienen mejor absorción por vía inhalatoria.

        Cuando se blanquea el papel con cloro, o se utiliza éste como desinfectante en el tratamiento de las aguas, o se quema algún producto clorado, se crean nuevos productos llamados organoclorados. Al introducirse en el medio ambiente y sufrir reacciones con la luz, otros compuestos químicos o agentes biológicos, vuelven a generarse nuevos productos de este tipo.

        Los productos clorados son también utilizados en el blanqueado del algodón y se considera que este proceso puede generar dioxinas que permanecen en el algodón y representan un riesgo en el uso de tampones. Por lo tanto habría una ventaja con el uso de tampones hechos totalmente de algodón sin blanquear, dado que así se eliminaría la posibilidad de contacto con dioxinas de esa fuente. Sin embargo, hay peligro por otro lado: el algodón cultivado convencionalmente es uno de los cultivos con más pesticida en la agricultura comercial. Más o menos el 10% de los pesticidas del mundo y 22,5% de todos los insecticidas se usan en el algodón, y gran parte de esos productos quedan dentro del tampón si el algodón no fue procesado adecuadamente.

        En Estados Unidos se realizaron estudios que han demostrado que la concentración de tetraclorodibenzodioxina (TCDD) en tampones de diferentes marcas era nula, pero había otro tipo de dioxinas en todas las muestras analizadas. La diferencia de concentración entre estos productos y aquellos que contenían algodón sin blanquear era mínima. Además se demostró que la exposición corporal a dioxinas a partir de los tampones - estimando su absorción a través de la piel y la mucosa genital - sería unas 13.000 a 240.000 veces menor que la exposición a través de la absorción de dioxinas presentes en los alimentos (2).

De cara a valorar el impacto ambiental de las dioxinas, hay tener en cuenta las siguientes características:



EXPOSICIÓN
        Cuando los establecimientos médicos u otros queman sus desperdicios con contenido de plástico clorado, tal como el PVC, la dioxina es emitida al aire en el humo que emana de las chimeneas de los incineradores. Las partículas de dioxina son así transportadas por el aire hasta que caen en tierra o al agua. Los animales de pastoreo y los peces ingieren la dioxina pero no la pueden degradar, de tal manera que es transportada a través de la cadena alimenticia. El 90% de la exposición humana a la dioxina se debe al consumo de carne, productos lácteos, huevos y pescado. La dioxina se acumula en los tejidos grasos. Debido al alto contenido de grasa de la leche materna, los lactantes se encuentran expuestos 50 veces más que los adultos y pueden llegar a recibir más del 10% del total de su exposición de la vida durante este periodo de lactancia, que es la etapa en que son más vulnerables a los efectos tóxicos de la dioxina.

        Toda persona tiene cierta cantidad de dioxina en su cuerpo, y éste es un hecho inevitable en el mundo actual. Esto se debe a que la dioxina, tal como el DDT, no se degrada en el medio ambiente, además de que se acumula en el cuerpo. Una exposición continua de bajo nivel lleva a una acumulación en los tejidos.


EFECTOS SOBRE LA SALUD

Aspectos moleculares
        Las dioxinas parecen desarrollar sus efectos biológicos a través de un receptor celular, denominado AhR (Aromatic hidrocarbons Receptor). El receptor Ah es un factor de transcripción que parece funcionar asociado con una segunda proteína (Arnt). Una vez activado, se genera el aumento de la transcripción de un conjunto de genes con elementos sensibles en sus regiones promotoras, y en la activación inmediata de tirosina-quinasas. Entre los genes afectados por la activación del receptor Ah se encuentran algunos de los que codifican la síntesis de enzimas que participan en el metabolismo de fármacos, tales como las isoformas 1A1, 1A2 y 1B1 del citocromo P450, glutation-S-transferasa y UDP-glucuronosiltransferasa.

        También hay evidencia de que los efectos mediados por la activación de canales a través del receptor Ah podría potenciar loe efectos carcinógenos del humo de cigarrillo (3).

        Es posible que la activación del receptor Ah pueda regular, directa o indirectamente, otros genes. De hecho, la aparición de cambios compensatorios que se producen en respuesta a los efectos primarios, provoca alteraciones en los niveles de hormonas esteroideas, factores de crecimiento y otros elementos bioquímicos. Tales alteraciones pueden conducir a la aparición de otros efectos subsecuentes, que no están relacionados con la activación del receptor Ah.

Destino de la dioxina en el organismo
        La exposición oral de dioxina en la dieta o en un vehículo oleoso conduce a un nivel de absorción oral que puede cifrarse en torno a un 90%. Tras la absorción oral, la vida media de eliminación (t1/2) de esta sustancia en seres humanos oscila entre 6 y 11 años, con una media de 7. Estos datos dan una idea del grado de acumulación de estas sustancias en el cuerpo humano.

        La absorción de las dioxinas y productos relacionados a través de la piel es escasa y muy lenta, por lo que se considera que el simple contacto físico no es suficiente para que sean absorbidas. Por el contrario, sí parece existir un grado elevado de absorción transpulmonar, lo que indica la posibilidad de absorción a partir de las partículas aéreas procedentes de incineradoras de residuos sólidos o de humo de cigarrillos. Una vez absorbidos, dioxinas y compuestos relacionados son rápidamente distribuidos por los órganos, pero especialmente en el hígado y el tejido adiposo. Los seres humanos son capaces de metabolizar, aunque de forma muy lenta, la tetracloro-dibenzo-dioxina (TCDD) y aunque no puede descartarse que alguno de los metabolitos formados pudiera participar en los efectos adversos, no parece que ello sea muy probable.

        Se ha establecido perfectamente que estas sustancias atraviesan la placenta humana, exponiendo al feto en desarrollo a los efectos biológicos de las mismas. Estos efectos podrían verse complementados por la lactancia materna, que incorpora en la grasa láctea cantidades significativas de dioxinas.

Riesgo de cáncer
        Las dioxinas son carcinógenos humanos comprobados. El cáncer de hígado, pulmón, estómago, tejidos blandos y conectivos han sido asociados con la dioxina (x).
        Existen estudios epidemiológicos que han determinado el nivel de incidencia de cáncer en grupos de trabajadores expuestos a TCDD en el lugar de trabajo, empleando para ello muestras de tamaño relativamente grande y mediciones directas de dioxinas en sangre o tejidos para estimar el nivel de exposición .En todos ellos se observó un aumento de la mortalidad por cáncer, en general, y por cánceres del aparato respiratorio que no parecía ser atribuido al tabaco.
        En un estudio realizado en USA en plantas que generaban productos químicos contaminados con TCDD, cuando se consideró un grupo de 1.520 trabajadores que habían sufrido una exposición importante a dioxinas y un tiempo adecuado (período de latencia) para el desarrollo de cáncer (más de 1 año de exposición y más de 20 años de latencia), la mortalidad para todos los tipos de cánceres en conjunto fue del 46%. Si los cánceres del aparato respiratorio no se incluían, la mortalidad de todos los tipos de cánceres en conjunto era del 50%. Según las conclusiones del estudio, el exceso de mortalidad por cáncer, en general, del sistema respiratorio y de sarcoma de tejidos blandos era consecuencia del poder cancerígeno de la TCDD. Sin embargo, el estudio no pudo excluir completamente la contribución de otros agentes como la exposición laboral a otros productos tóxicos o el tabaco. En general, los resultados de los estudios epidemiológicos en cuanto al poder cancerígeno de las dioxinas parecen consistentes con los obtenidos en experimentos con animales de laboratorio (4).

        Para una descripción de la relación entre pesticidas y cáncer de mama, consultar: https://cancerteam.tripod.com/poli036.html


Efectos sobre el Sistema Inmunológico
        La exposición de bajo nivel a las dioxinas aumenta la susceptibilidad a las enfermedades bacterianas, virales y parasitarias.
        Se han estudiado en roedores los efectos de la exposición a TCDD sobre la infección con el parásito Trichinella spiralis , quedando demostrado que concentraciones de 10-30 picogramos/kg de peso no solo retrasaron la eliminación intestinal del parásito sino que también aumentó la cantidad de larvas liberadas por las hembras y la cantidad de quistes encontrados en el tejido muscular. La respuesta proliferativa de células esplénicas y ganglios linfáticos meséntericos (indicadores de activación del sistema inmunológico) quedó suprimida a concentraciones de TCDD mayores o iguales a 1 picogramo/kg. A su vez, los roedores infectados poseían mayores niveles de dioxina que aquellos no infectados. Por lo tanto, se observó una interacción entre infecciones y exposición a TCDD: mientras que el TCDD disminuye la capacidad de erradicar infecciones del organismo, una infección retrasa la depuración del producto (5).

        Un informe elaborado en Suecia ha demostrado que los actuales niveles de contaminación pueden ocasionar efectos adversos sobre el sistema inmunitario en el ser humano. Este estudio demuestra que personas que habían consumido grandes cantidades de pescado del mar Báltico, contaminado con organoclorados, incluyendo dioxinas, parecían sufrir una alteración en células NK, parte importante del sistema inmunológico humano (6). Sin embargo, es necesario realizar más estudios para llegar a obtener pruebas definitivas.

Efectos sobre la Reproducción y el Desarrollo
        Con respecto a las alteraciones glandulares, se observó en ratas expuestas a dioxina (TCDD) una disminución en los niveles de hormona tiroidea (T4) como consecuencia de una inducción de la enzima UDP-glucuronil transferasa. Dicha disminución de T4 generó un aumento en los niveles de hormona estimulante de tiroides (TSH) lo cual podría favorecer la aparición de tumores de tiroides (7).

        Esta clase de compuestos genera disminución de la fertilidad, menor número de crías, e inhabilidad para lograr embarazos a término. La exposición materna resulta en crías con niveles disminuidos de testosterona, disminución en la cuenta espermática, defectos de nacimiento y alteraciones en el aprendizaje. En seres humanos producen disminución de los niveles de testosterona y defectos de nacimiento.

        Otros efectos incluyen una disminución del tamaño de los testículos y del peso de los órganos sexuales secundarios como ser próstata y vesículas seminales, sin embargo no se observaron índices de disminución de la síntesis de testosterona testicular y otros efectos en las hormonas sexuales (8).

        Con respecto a la relación entre la exposición a las dioxinas en el útero y la fertilidad humana, se descubrió que una sola dosis mínima de exposición durante el día 15 de gestación causaba una reducción en el recuento de espermatozoides (9). Las ratas producen diez veces más espermatozoides de los necesarios para la fertilización, y consecuentemente afectó poco a la fertilidad. Sin embargo, una reducción del recuento de espermatozoides en el hombre de una magnitud similar a la del estudio con ratas, se supone que descendería la fertilidad en el ser humano, ya que la cantidad de espermatozoides producida por eyaculación es casi la misma que la necesaria para la fertilización. Por ello, es posible que los hombres más expuestos a dioxinas puedan correr el riesgo de sufrir un descenso en el recuento de espermatozoides.
        Con relación a la exposición accidental a dioxinas de los trabajadores de la industria química, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que "no existen pruebas de que la exposición del hombre haya tenido como resultado efectos anormales en la reproducción". Sin embargo, se ha descubierto que el recuento de espermatozoides ha descendido y que los trastornos del aparato reproductor masculino han aumentado desde la década de los 50. Aun más, se ha observado que adolescentes que habitaban cerca de fábricas con incineradores industriales tenían una reducción en el crecimiento del vello púbico y del desarrollo de las glándulas mamarias en las mujeres, lo que podría derivar en futuros problemas de fertilidad (10). Es posible que las dioxinas y otros organoclorados jueguen un papel en esto, siendo mayores los efectos en individuos expuestos en el útero que en los expuestos en la adultez.

Efectos neurológicos
        Una buena parte de estos estudios se han realizado en veteranos de la guerra de Vietnam, los cuales fueron expuestos "accidentalmente" al herbicida denominado Agente Naranja - el cual posee altos niveles de dioxina - utilizado como defoliante durante esa guerra. Con respecto a las consecuencias neurológicas se está analizando la posibilidad de que la exposición de estas personas sea al menos parcialmente responsable de pérdida de la memoria y mayor incidencia de neuropatías periféricas. (11, 12).


PERSPECTIVA: ELIMINACIÓN PROGRESIVA DE LAS DIOXINAS DEL MEDIO AMBIENTE

        Con el crecimiento que ha tenido en los últimos años la industria del plástico y productos que generan este tipo de contaminación, se produjo un aumento en los niveles de dioxina ambiental que podría alcanzar niveles críticos. Está quedando de manifiesto que la población humana y particularmente aquellas personas expuestas a un nivel de dioxinas superior a la media, por ejemplo por la dieta, tienen el riesgo de sufrir efectos adversos por la acumulación de dioxinas a lo largo de la vida. Los fetos y recién nacidos son el sector de población más sensible. La cantidad y persistencia de los niveles corporales actuales de dioxinas significa que todas las fuentes de contaminación de dioxinas deben ser finalmente eliminadas si se pretende reducir significativamente los niveles de exposición a estas sustancias. Esto requiere la eliminación progresiva de todos los usos del cloro. El principio de precaución es la estrategia que se está llevando a cabo cada vez más a nivel nacional e internacional respecto a los contaminantes ambientales persistentes y tóxicos. Este principio no se basa en que el vertido de un compuesto debería permitirse mientras no se pruebe su daño ambiental sino, al contrario, que los productos no se viertan hasta que se compruebe su inocuidad.

        También evita los inconvenientes creados por las limitaciones del conocimiento en toxicología al eliminar la hipótesis de que puede estimarse un nivel de seguridad para un compuesto o grupo de compuestos. Por ello, la industria no debe sólo restringir las emisiones de las sustancias tóxicas ambientales sino reducirlas a nivel cero.

        La eliminación progresiva de contaminantes ambientales tóxicos, persistentes y bioacumulativos se ha tratado en varias convenciones internacionales:



PRIORIDADES INMEDIATAS: FUENTES PRINCIPALES DE DIOXINAS
        Todos los usos del cloro y de los compuestos organoclorados pueden generar dioxinas en una fase o más de su ciclo de vida. La eliminación progresiva de las dioxinas necesita, por lo tanto, la eliminación progresiva de toda la industria química del cloro. En los sectores principales de producción de dioxinas para los que existen alternativas disponibles y eficaces, se deben tomar medidas inmediatas para llevarlas a cabo. Para los sectores que necesitan más tiempo se deben fijar plazos de eliminación de dioxinas. Las fuentes principales de dioxinas que necesitan urgentemente considerarse son:

  1. Incineración y otras fuentes de combustión
    En primer lugar, no deberían concederse permisos para la construcción de nuevas incineradoras de productos y residuos clorados. En segundo lugar, los permisos actuales deberían incluir plazos para eliminar todas las fuentes de generación de dioxinas. Finalmente, la adición de sustancias cloradas a los combustibles, incluyendo la gasolina y los aceites de motor debería eliminarse inmediatamente.
  2. Pasta y papel
    En la actualidad, existen tecnologías alternativas al blanqueo de la pasta y papel, como métodos basados en oxígeno y otros compuestos no clorados cuyo uso está aumentando. El uso del cloro en este sector puede evitarse y debería eliminarse progresivamente.
  3. PVC
    Se debería desarrollar un programa de eliminación progresiva de la fabricación y uso del PVC hasta conseguir el nivel cero. La prohibición de los productos de PVC de corta duración como juguetes, embalajes y equipo médico no esencial debería hacerse efectiva inmediatamente. Todos los usos del PVC en áreas sensibles al fuego y los productos que vayan a ser incinerados tendrían que ser prioritarios en un programa de plazos para eliminar progresivamente el PVC.
  4. Compuestos clorados aromáticos
    Es preciso elaborar un programa de eliminación progresiva de estos compuestos, especialmente los empleados al aire libre, por ejemplo los pesticidas y sustancias como 1,4-diclorobenceno que tienen un amplio uso doméstico. En este sentido, los productos que se asocian con la generación de residuos altamente contaminados con dioxinas, como los clorofenoles, deberían ser prioritarios.


Conclusión
        Ha quedado demostrado que, a pesar de que algunas organizaciones e industrias lo nieguen, este tipo de compuestos generan un alto grado de contaminación sobre todo en aquellas personas o animales en exposición directa o crónica a ellos. El hecho de que, dado su capacidad acumulativa, perduren por mas de 10 años en nuestro organismo representa un daño extra, puesto que por más que se esfuercen por disminuir las emisiones de dioxina al ambiente aquellos que ya han sido expuestos no revertirán su condición en mucho tiempo. Por lo tanto es fundamental acabar con la emisión y consumo de todos aquellos productos que posean algún tipo de riesgo. Es de suma importancia la existencia de leyes que prohiban y sancionen este tipo de contaminantes, siempre y cuando dichos reglamentos se cumplan al pie de la letra.

        Desde mi punto de vista a nuestra sociedad lamentablemente todavía le falta madurar bastante como para comprender el peligro al que nos estamos sometiendo. Considero que con relación al cuidado de la salud ambiental aun no estamos actuando de la mejor manera posible y, aunque existen miles de agrupaciones encargadas de cuidar el medio ambiente, se necesita hacer conciencia de forma masiva para lograr resultados verdaderamente positivos. Cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena para cuidar nuestra salud y nuestro planeta, solo queda a nuestro criterio decidir si queremos vivir en un ambiente sano y libre de contaminación.


(x) Esto significa que hay mayor riesgo de contraer alguno de estos cánceres, como consecuencia de la exposición a dioxinas. Sin embargo, esto NO significa que la exposición a dioxinas sea la PRINCIPAL causa de ellos. Por ejemplo, el cáncer de pulmón es consecuencia de la exposición al humo de tabaco, que contiene una amplia variedad de carcinógenos conocidos - no solamente dioxina.


Links relacionados con este tema:


Referencias bibliográficas

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  3. Stephen D. Dertinger, Daniel A. Nazarenko, Allen E. Silverstone y Thomas A. Gasiewicz. Cancer biology. Aryl hydrocarbon receptor signaling plays a significant role in mediating benzo[a]pyrene- and cigarette smoke condensate-induced cytogenetic damage in vivo. Carcinogenesis, Vol. 22, No. 1, 171-177, January 2001.

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  10. Den Hond E y col. Sexual maturation in relation to polychlorinated aromatic hydrocarbons: Sharpe and Skakkebaek's hypothesis revisited. Environ Health Perspect 2002 Aug;110(8):771-6

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