Correo de Lectores

Desearía en pocas líneas brindar un aporte a la página de Equipo Interdisciplinario de Oncologia, a través de su correo de lectores.
Frente a la invitación que me realizara el Dr. Pedro Politi, me pareció oportuno elaborar algunas líneas de pensamiento que por provenir de una persona ligada a la problemática de V.I.H., tendrían que ser distintas de aquellas que preocupan a los involucrados en el sindrome "cáncer".-
Sin embargo, la realidad política que golpeó con dureza a la "argentinidad", considerado el término como el conjunto de personas que habitan este suelo y se esperanzan con su continuidad temporo-espacial rápidamente hizo que se imbricaran las problemáticas de los enfermos de cualquier patología, con esa situación política existente en este momento determinado.
Y no cabe duda de la directa influencia que tiene la decisión política en la solución de la problemática de cualquier flagelo, sea la tuberculosis (en alza), el cáncer (en todas sus manifestaciones pero especialmente en aquellas dependientes de la salubridad del medio ambiente), o el Sida.
La Argentina está carente de un modelo de país, y como tal, imposibilitada de desarrollar un modelo de atención de la salud.
Queda entónces el tema en manos del mercado, cuyas reglas son las de la utilidad y el lucro.-
Pero una observación discreta de cualquier mercado en la Argentina, exhibirá su pobreza en términos de macroeconomía.-
Somos apenas algo más de treinta y siete millones de consumidores.-
Por ello no resulta demasiado apreciable en términos de las grandes empresas.-
En esta demora en desembarcar en nuestra tierra, se refugiaría una última esperanza para poder evitar el desguace total del modelo de atención de la salud que campeó en la Argentina de las últimas cinco décadas.-
De allí la relación directa entre salud y política.-
Política en sentido amplio que incluiría, a no dudarlo también la política de salud.-
Pero, y siempre lo hay, ¿estamos en condiciones de diseñar una política de salud para una patología determinada (en el caso el cáncer) si no tenemos en claro cuál será el modelo totalizador en el área?.-
Creo, modestamente, que la respuesta es no.-
De allí que cuestiones aparentemente inconexas, en manos de personas con formaciones disímiles, se unen.-
Pero aún es de preguntarse cuánto de influencia tiene la corrupción que se infiltra en las estructuras de decisión política.-
Por tanto, la salud ya no dependerá de una decisión política, sino de una decisión de polítiquería.-
La tríada no podría ser más funesta.- Falta de un proyecto de país y de una política que lo acompañe, decisión en salud en manos del mercado que se tiende a extranjerizar, y la corrupción imbricada entre unos y otros.-
Un aumento desmesurado de las personas en situación marginal pues el modelo económico los requiere por definición, olvido de las políticas para niños y gerontes (ya que son capas improductivas), y una mercantilización del acto médico a costa del profesional de la medicina.-
No cambia el panorama. El ajuste deviene siempre por el salario, llámese jornal, salario, paga, u honorario.-
Creo firmemente que la comunidad, y la comunidad médica en particular, debe esclarecerse en cuanto a la defensa del sistema de atención médica monitoreada por el Estado.
El Estado no sólo no debe estar ausente en la salud de su población, sino que debe tener un activo rol ejecutivo.-
No importa si al requirente del servicio de salud se lo llama paciente o consumidor, si detrás de ese paciente, o consumidor, o simple requirente de servicio médico hay un Estado vigilante obrando una política que ha diseñado desde su propia problemática.-
Ello no implica desconocer el aporte de la medicina privada.-
Pero si el lucro resulta el motor de la atención, esa postura sólo será válida si se articula en una política general, emanada y controlada por los órganos responsables del Estado.-
El liberalismo no es una idea de hoy.- Al liberalismo de nuestra época lo llamamos "neoliberalismo" para diferenciarlo de aquel aberrante que acompañó el nacimiento del maquinismo.-
También se esconde detrás del rótulo "globalización", que no es más ni menos que la división internacional del trabajo que acompaño las primeras ideas de Adam Smith.-
Opongamos la persuación y la razón, a la sinrazón del lucro por el lucro mismo; tratemos de elevar a la política para alejarla de la politiquería, y pensemos entre todos qué País queremos para nosotros y nuestra posteridad. No nos dejemos convencer de que estamos inmersos en la "globalización" y que ello requiere sacrificar ideas o ideales.-
La globalización es, lo que los poderosos quieren que sea.-
Es un fenómeno dirigido.-
La vida de "todos" los enfermos (y los sanos en peligro de enfermedad) , así lo requieren.-

Edgardo Barberis, abogado
Miembro del GADIS, Grupo Argentino de Investigadores en SIDA