Legitimización "científica" del neoliberalismo

Lic. Diana L. Braceras


        "El sistema económico neoliberal, hoy dominante en nuestro mundo occidental, presupone una concepción de la ciencia, del ser humano, de la sociedad, y de la política funcionales a la realización de una sociedad regida por las pautas económicas características de dicho sistema, valor máximo a alcanzar. Este presupone pues, una filosofía valorativamente neutra, que tiene como uno de sus componentes más importantes una muy particular concepción de la ciencia.
        ...Se ha repetido una y otra vez que, ante críticas a la política económica neoliberal, uno de los argumentos en su defensa consiste en sostener su carácter científico, o más precisamente, en afirmar que la manera correcta de concebir al conocimiento científico es la presupuesta en la concepción liberal. Tal respuesta tiene un enorme poder persuasivo legitimador. Si ello fuera cierto, oponerse a tal política económica sería ir contra los cánones de la buena ciencia. Como, por otra parte, la racionalidad humana en su caso más representativo, se identifica según toda la tradición liberal con la racionalidad científica, oponerse a la política económica neoliberal implicaría también adoptar una postura irracional." (1)

        Las líneas precedentes pertenecen al profesor titular de Filosofía de las Ciencias en la Universidad del Estado de California (USA), doctor en Filosofía de la Universidad de Indiana, nacido argentino y recibido de Profesor de Matemáticas, Física y de Filosofía en lo que llama la época de oro de la Universidad de Buenos Aires (1958-1966). Fue Director del Instituto de Lógica y Filosofía de las Ciencias de la Universidad Nacional de La Plata y Profesor de Metodología de las Ciencias en el Departamento de Doctorado de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA desde 1971 a 1976. Ricardo J. Gómez reconoce en su libro: Neoliberalismo y Seudociencia, un fruto de su meditación acerca de las políticas implementadas en latinoamérica y las filosofías subyacentes que operan su legitimización teórica. Desmontar la sistematización de los argumentos que abonan su aceptación, será su objetivo.

        Según el autor, la mejor versión de la concepción neoliberal de las ciencias en general, la de Karl Popper y las tesis que conjuntamente sostiene con F. Hayek respecto de la sociedad, la economía y la política, exiben un rigor no igualado por otros teóricos neoliberales. Hacia allí, apuntará su esclarecimiento desmitificador reivindicando la actitud auténticamente racional, es decir, fundada en razones bien sustentadas y no en falacias ni extremismos argumentativos.

        "Concluiremos que es falso sostener que la tradición económico-política neoliberal está sustentada por la única versión correcta y aceptable del conocimiento científico. Por lo tanto aquella remanida apelación a afirmaciones como "no hay otra mejor científicamente hablando" o "hay que aceptarla porque no hay otra", ya no tiene fundamento en el plano de la teoría de las ciencias. Las acusaciones de seudocintificidad lanzadas por Popper y sus acólitos de todo tipo, contra aquellos discursos que no satisfacen sus propias pautas de cientificidad resultarán inválidas, porque son tales pautas las que presentan problemas insolubles desde dentro de la misma tradición a la que pertenecen. Algo análogo acaecerá con las acusaciones de irracionalidad hechas desde el neoliberalismo a toda propuesta que no respeta sus pautas de racionalidad, a las que mostraremos también como constitutivas de una concepción limitada y empobrecida de la racionalidad humana." (2)


Crítica a la "racionalidad crítica" popperiana

Para Popper:

  1. Son racionales las elecciones, conocimientos, teorías, métodos y objetivos que hagan uso de correcta argumentación deductiva.

  2. La consecución de objetivos racionales están vinculados excluyentemente a valores epistémicos, entre los cuales la verdad objetiva es siempre considerada como el valor supremo.

  3. El objetivo alcanzable es el incremento del grado del verosimilitud mediante el uso del método científico o método crítico, este es el único modo legítimo de progreso.

  4. Para establecer la racionalidad científica de una decisión, experimento, teoría etc., se excluye de los objetivos alcanzables, todos los objetivos prácticos.

  5. Los factores determinantes para arribar a decisiones racionales en la actividad científica, han de ser exclusivamente epistémicos y ellos han de reducirse a factores internos. El método crítico excluye las conjeturas metafísicas, y por supuesto también a los principios éticos, o a todo enunciado que tenga que ver con el uso y/o elucidación de valores.

  6. La racionalidad científica deja ex profeso de lado el contexto histórico-social y se la imputa como modelo para determinar la racionalidad o irracionalidad de decisiones, métodos etc. , de científicos, tanto pasados como contemporáneos.

  7. La racionalidad es a-histórica no sólo por estar reducida a pautas lógico-deductivas válidas independientemente de todo contexto histórico, sino también son imputadas sin tomar en absoluto en cuenta, la idiosincrasia de los modus operandi considerados como racionales por los investigadores de dicho contexto.

  8. Propone una epistemología sin sujeto cognocente, proponiendo evitar hablar del mismo en una supuesta postura anti-psicologista.

  9. A partir de 1970 propone una nueva versión de la objetividad científica, suponiendo la distinción entre tres mundos en donde la objetividad de la ciencia queda garantizada, por la objetividad del mundo al que pertenecen los contenidos de las hipótesis y teorías, para evitar las dificultades de la versión anterior.

  10. Las teorías científicas carecen de dimensión histórica, la objetividad y autonomía de las teorías las valida independientemente de toda connotación práctica, social e histórica.

  11. El conocimiento es valorativamente neutro y pertenece a una dimensión metafísica sin connotaciones factuales y subjetivas o no puede tener acceso a la verdad.

  12. La racionalidad crítica deja fuera de toda discusión la racionalidad de los objetivos o fines que las teorías pretenden alcanzar. Supone que la verdad es el único objetivo ahistóricamente válido.

Discusión

        La racionalidad crítica popperiana es una racionalidad meramente instrumental, es decir, sólo tiene en cuenta la instrumentalidad de los medios a los fines, sin preguntarse por la racionalidad misma de dichos fines.

        Negar la existencia de un conocimiento valorativametne neutro o histórico-socialmente desinteresado, como propone Popper, no impide argumentar que en cada circunstancia histórica y según el contexto, ciertos puntos de vista pueden ser capaces de captar más la verdad que otros, por ejemplo, respetando ciertos estándares metodológicos rigurosos.
        La aceptación y el rechazo de teorías se lleva a cabo por una variedad de razones que van más allá de las puramente lógico-empíricas.
        Hacer de la verdad el único objetivo de la actividad científica es epistemológicamente ingenuo e históricamente falso, la dimensión práctica es ineludible. Además tal postulación no reconoce el carácter relativo de la distinción medios-fines, según la perspectiva de análisis y la amplitud del contexto.
        Los desastres de la humanidad, cuando las verdades científicas son usadas con propósitos represivos o destructivos, fueron legitimados por una teoría de la racionalidad meramente instrumental.
        "Se requiere una noción integral de racionalidad medios-fines, para hacer posible, por una parte, que se discutan los objetivos o fines y, por la otra, para evitar que los medios se justifiquen por su mera instrumentalidad para alcanzar determinados fines. Tal noción está más allá de toda posibilidad de ser alcanzada dentro del marco epistemológico de Popper." (3)


Juicios instrumentales y juicios categóricos

        Los fines o objetivos son propuestos en relación a determinados valores jerarquizados, algunos de ellos implican supremacía sobre otros. Generalmente se los suele clasificar en valores epistémicos: verdad, exactitud, fertilidad deductiva, capacidad predictiva, simplicidad, etc. Y valores prácticos como libertad, felicidad, vida digna, prestigio entre pares, etc.
        La consideración de los fines u objetivos requiere de la discusión de juicios de valor.
        Según la terminología de Carl Hempel (4) , los juicios instrumentales de valor establecen la bondad de cierto tipo de acción para alcanzar un determinado objetivo, son pasibles de aplicación del método científico de testeo empírico según las variables V/F, expresan un standard de evaluación, una norma. La ciencia así, es como un mapa, nos puede señalar cómo arribar a cierto lugar, pero no puede pautar adónde ir.
        Los juicios categóricos de valor, en cambio, son los que proponen los objetivos que debemos tratar de alcanzar. La fundamentación racional de una ética no es operable desde una lógica deductiva, por lo cual queda fuera de la racionalidad crítica instrumental popperiana, no se trata de una limitación de hecho sino de jure.
        Una postura ortodoxa, entonces no dispone de recurso "racional" para discutir la racionalidad de los fines., sólo disponen de un modelo jerárquico para elucidar cómo los científicos arriban a un consenso cuando existen desacuerdos en los niveles teórico-factual o en el nivel metodológico.
        Desde la perspectiva de Karl-Otto Apel (5) la racionalidad está en crisis justamente porque se ha reducido a una racionalidad puramente instrumental, cuyo caso extremo es el de la racionalidad científico-tecnológica.
        En síntesis, la racionalidad científica tal como la concibe Popper, ha hecho obsoletas a la razón práctica (capacidad de proveer criterios para la selección de objetivos en la praxis), como así también a la racionalidad ética, dejando fuera del alcance de la ciencia la discusión acerca de valores y fines.
        Apel propone una diferenciación de tipos de racionalidad, uno de los cuales sería el de la racionalidad científico instrumental. Ya desde la tradición kanteana, dejar a los objetivos o fines fuera de la discusión racional, era atentar contra la idea misma de razón.

"De acuerdo a Habermas, con Popper sucede lo que ocurrió desde que la conducta racional fue reducida a aquella que sigue las reglas del método de las ciencias empíricas. Toda relación con la práctica se reduce a incrementar la probabilidad de llevar una acción instrumental exitosa. Está ya implementado en la metodología misma de las ciencias empíricas que el interés cognitivo excluya todo otro interés; consistentemente con ello, toda otra manera de relacionarse con los intereses prácticos es excluida en el nombre de la neutralidad valorativa pregonada por tal método. El único valor -vinculado de algún modo con el orbe de lo práctico- es la economía de medios instrumentales a utilizar bajo la forma de recomendaciones puramente técnicas.
        ...la racionalidad reducida a términos puramente metodológico-instrumentales "es obtenida al precio de un surgimiento e incremento correspondiente de una masa de irracionalidad en el dominio de la práctica misma" (6)." (7)


De las falsas dicotomías a la estrategia de mala infinitud

        Independientemente de las dificultades que R. J. Gomez detalla objetando punto a punto la concepción popperiana acerca de la estructura, método, demarcación respecto de otros discursos humanos, y de objetivos y progreso a través del tiempo, el autor sintetiza los macroproblemas de las tesis que fundamentan el neoliberalismo: la presencia reiterada de formas de falacia del falso dilema que traen como corolario consecuencias inaceptablemente extremas:

   I.   Falsos dilemas en la concepción general de las ciencias

  1. Las ciencias operan con argumentos deductivamente conclusivos o...
        Caemos en la total arbitrariedad.
            Tesis extrema: No hay en las ciencias lugar alguno para la Inducción.

  2. Se procede de acuerdo al método crítico, paradigma único de proceder racional, o...
        Se actúa irracionalmente.
            Tesis extrema: La racionalidad de la ciencia depende del uso del método crítico.

  3. Los enunciados o teorías son falseables empíricamente o...
        Se trata de enunciados y teorías no científicas.
            Tesis extrema: El único criterio para demarcar lo científico de lo pseudocientífico es la falseabilidad.



   II.   Falsos dilemas en el plano de las ciencias sociales

  1. Sociedad neoliberal o...
        El infierno.

  2. Mercado libre, es decir auténtica libertad, o...
        Concesiones opresoras al poder del estado.

            Tesis extrema: La sociedad capitalista neoliberal es insuperable.


        Los datos que desmienten las expectativas "optimistas" de los ideólogos de la política económica neoliberal implementada en las sociedades contemporáneas, encarnizamiento que se consolidó y concentró aceleradamente en el último lustro, son relativizados con una estrategia para justificar el fracaso y renovar las expectativas para el futuro éxito del modelo:

        "Tal estrategia consiste en apelar a una serie de mala infinitud (porque tiende al infinito sin convergencia alguna) : debe darse tiempo al tiempo, o sea, hasta hoy no funcionó, pero mañana lo hará. Por lo tanto, debemos esperar un mundo mejor que nunca llegará, porque cada día se ha de repetir el mismo motto. Y se agrega que, si no funcionó hasta ahora es porque no se dieron estrictamente las condiciones para alcanzar el éxito". (Un esforzado ajuste más...explicará cada ministro de economía, y saldremos de la crisis...podemos recitar los argentinos en pleno 2001 desde hace un cuarto de siglo)
        ..."Dicho de otro modo, y repitiendo a un ilustre filósofo del pasado, debemos criticar, denunciar e intentar superar toda concepción del hombre, el conocimiento y la sociedad que "deje a la humanidad en el exilio". Pero ello exigirá un pensamiento crítico mucho más abarcador y n o meramente reducido a logicalidad deductiva como el de Popper, demandará de nosotros también una continua actitud de fe en la capacidad de la razón -teórica y práctica- para penetrar en el conocimiento del mundo, criticarlo, y transformarlo, sin la auto-postulación de límites a nuestra capacidad crítica de la sociedad misma. A la vez, requerirá de nosotros la negación de la identidad de lo dado con lo realmente posible, es decir, nos exigirá el profundo rechazo a toda sacralización de lo dado, así como a su uso meramente técnico.
        Hay siempre alteridad a lo que se nos quiere imponer." (8)


Diana Braceras, agosto de 2001





  1. Ricardo J. Gómez, Neoliberalismo y Seudociencia, Lugar Editorial, Buenos Aires, 1995. Pág. 9

  2. Ibid, pág. 10

  3. Ibid, pág. 77

  4. Carl Hempel, "Science and Human Values" en Aspects of Scientific Explanation, 1965, pág. 81-96

  5. Karl-Otto Apel, Types of Rationality Today: The Continuum of Reason Between Science and Ethics", en T. Geraets (ed), Rationality Today. Ottawa, University of Ottawa Press, 1979, pág. 307-339

  6. J. Habermas, "Dogmatism, Reason, and Decision: On Theory and Practaice in a Scientific Civilization", en S. Seidman, (ed), Jurgen Habermas on Society and Politics. A Reader. Boston, 1989.Beacon Press, pág. 29-46

  7. Ricardo J. Gómez, Neoliberalismo y Seudociencia, Lugar Editorial, Buenos Aires, 1995. Pág. 81

  8. Ibid, pág. 199/200