ROL DEL PSICÓLOGO EN LA MEDICINA GLOBALIZADA:
Una careta humanitaria para la intermediación

Lic. Diana Braceras


        Teniendo como referencia un artículo de quien fuera por dos veces ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires (1973/4 y 1987/8), Dr. Floreal Ferrara: " Teoría crítica de la Intermediación en Salud", expongo una de las figuras globalizadas de la intermediación en el campo de la medicina, cuya estratégica función pasa inadvertida, bajo un manto de neblina ideológica.
        Hablamos de medicina globalizada en el sentido de una práctica impuesta y determinada por los paradigmas de una economía de mercado, hegemónica en el mundo occidental y más allá...De tal modo que se han naturalizado funciones que la sociedad competitiva requiere, en forma de adyuvantes que encubran los efectos prácticos de haber transformado el concepto de salud como bien social, en una ecuación costo-beneficio económico, es decir en mercancía.
        El campo de la oncología, en este sentido, es pionero en consolidar la eficiencia económica del sistema, administrando el financiamiento con la intervención de mediadores entre prestadores y usuarios. Los volúmenes de capital que se juegan en estos tratamientos, sólo son comparables con los que mueve el SIDA. El dominio de las fórmulas de acumulación de capital no repara en cotos de caza.
        En el plano macro, aparece como necesario el gerenciamiento del sistema de Salud, una imaginaria tercerización que mediaría entre los polos de las prácticas sanitarias, en aras de la 'racionalidad' y la 'eficiencia'. Este esquema, se 'derrama' hacia las micro situaciones en que la práctica médica opera con un paciente determinado en un tratamiento concreto.
        En ese microsistema, se van a reproducir las relaciones de poder, las condiciones del conflicto, las estrategias ideológicas de encubrimiento de la asimetría de los polos y...por supuesto apareceran los inefables 'mediadores', estos que"llegan a la mitad de una cosa, interceden o ruegan por uno, se interponen entre dos o más que riñen o contienden, procurando la reconciliación, unión o amistad", el tan ponderado término medio del ideario humanista, como bien lo señala el Dr. Ferrara, concluyendo: "Es un punto asimétrico siempre favorable a los prestadores".
        Una de las figuras más enmascaradas de esta mediación ficticia, en sintonía con el sistema médico empresarial, es la del psicólogo. En oncología, luce nombre propio: "psico-oncólogo". Acreditación independiente incluso de la formación profesional previa, en esta 'especialización', también hay un efecto global de indiferenciación, mimetizándose con el mecanismo celular de proliferación del cáncer. Su epidemiología es mundial.


Dale que...te creo

        Más allá de los antecedentes nacionales de la psico-oncología, analizemos el discurso actual de esta práctica, por ejemplo a través de la nota periodística de difusión de Diario Médico(1), prestigioso sitio informativo español. Cabe señalar, que el entrenamiento en equipos 'interdisciplinares' de la madre patria, es especialmente valorado en nuestro medio.
        Así, nos enteramos que:

  1. "El buen estado de ánimo es fundamental para el buen transcurso de la enfermedad oncológica".
             Descubrimiento de consecuencias paradojales, ya que si es bueno para la enfermedad, puede deducirse que es malo para el paciente...pero no nos pondremos tan suspicaces y tomaremos el sentido común de identificar al paciente con la enfermedad. En este punto surgiría de todos modos una duda cruel: ¿Se prescribirá un mal estado de ánimo para el buen transcurso de alguna otra enfermedad distinta al cáncer? La investigación científica aún tiene mucho por hacer.

  2. "Es importante incorporar la figura del psicólogo al equipo que trata el cáncer".
            La asimetría ya se empieza a hacer notar: Ningún equipo oncológico reconocería que es importante incorporar la figura de un médico, ya que para lo que se espera de la operatoria médica no basta con figurar, su intervención implica una lógica más allá de la imagen.

  3. "Está demostrado que los factores psicológicos influyen notablemente en la enfermedad oncológica"
            El optimismo de la simplificación psicologista a veces toma prestado del discurso de la ciencia algunos términos para expresar sus anhelos. La globalización también anula la diferencia entre organismo y subjetividad?

  4. "Es necesario que el paciente vea la terapia, que en muchos casos es agresiva, no como un enemigo que le va a causar daño, sino como algo que le va a ayudar a sentirse mejor".
            Seguimos con la proyección de imágenes, que se vea lo que el psicólogo ni siquiera sabe. La sugestión, aún basada en las mejores intenciones, no alcanza para sustituir el tratamiento correcto. De esto nada puede garantizar el psi, salvo desde la impostura profesional o jugando al hipnotizador.

            "Pero el papel del psicólogo es aún más amplio" (por si pareció escaso su libreto), aclara el artículo:

  5. "Asesorar a los médicos acerca del modo de dar las noticias".
            No muy lejos del asesor de imagen, la especialización en dar malas noticias, es una fija en los capítulos de todo congreso de psico-oncología que se precie. Por supuesto que no aparecerán en el menú las peores noticias, aquellas que nunca deberá enterarse el enfermo, por ejemplo que está recibiendo una medicación inadecuada en base a los incentivos a la prescripción que otorga tal laboratorio; que no va a recibir la mejor droga porque el sistema de salud la considera muy cara; que habría una terapia conservadora de sus testículos pero como es jubilado no vale la pena; que esa práctica riesgosa y cruenta se podría evitar, pero el sistema factura por prestación entonces la incluye rutinariamente; que en base a los altos costos que requiere la actualización ya que la obra social le descuenta hasta los días de congreso, el médico no está al tanto de los estándares más eficaces desde hace algunos lustros.

  6. "Explicar al personal de enfermería cómo tratar al enfermo para que éste crea que tiene el control sobre su patología".
            Cual experto en marketing, la enseñanza de técnicas que alienten creencias en poderes virtuales de un producto, entrena ad-hoc al personal de más íntima relación con el paciente, el más creíble en el trato personal con el internado. El lugar de la fe explotado mediante ingeniería comunicacional.

        Otra de las fundamentales funciones de este rol o role-playing permanente, este "como si" que propone la medicina globalizada para el psicólogo efectista, será el estudio y medición de los efectos de la enfermedad en el paciente (¿cómo ha modificado su estilo de vida?), preocupación tendiente a evaluar la 'calidad de vida' del enfermo, que se supone mejor en salud que en enfermedad; excepto si el tratamiento de la enfermedad se puede evitar, trocándolo por un cuidado paliativo más económico pero muy piadoso, que elimine el cáncer al mismo tiempo que al usuario de la prestación, especialmente en el sistema por capitación o en el hospital público.

        Intermediario entre el médico y el paciente, entre la institución y el cliente, comprensivo aliado del usuario del servicio de salud, el psicólogo se ganará su confianza para que, reforzando el imaginario de ecuánime mediador entre los polos prestador-usuario, jugará al doble agente favoreciendo al poder del cual depende, por supuesto que no será el del enfermo.
        El artículo del Dr. Floreal Ferrara, pone de relieve el convenio en condiciones de asimetría impuesto por el más poderoso, para mediar entre los polos de las prácticas sanitarias. Este modelo de funcionamiento interdisciplinario tiende a garantizar que las cuentas 'costo-beneficio económico' cierren; nada tiene que ver con el concepto de salud ni de ética profesional, aunque sostenga imaginariamente la satisfacción del cliente.


Haciendo memoria...

        Después de casi treinta años de avatares en el sector Salud, se confirman despiadadamente los efectos mortíferos que no se ignoraban a la hora de la toma de decisiones gubernamentales cuando se pretendió establecer un Sistema Nacional de Salud pensado en base al concepto de Bien social.
        Cuando en 1973, el gobierno democrático estableció la categoría ministerial para el sector hasta el momento conducido por un organismo técnico - una subsecretaría dependiente del Ministerio de Bienestar Social -, la decisión política dejaba bien en claro sus fundamentos en clara diferenciación con la degradación del concepto salud a mercancía. No hace muchos días se anunciaba nuevamente el descenso del Ministerio de Salud a secretaría, compartiendo cartel con Turismo y Medio ambiente...Viene bien entonces el ejercicio de la memoria histórica, para captar la diferencia entre un discurso sanitarista y el lenguaje economicista del gerenciamiento que hoy nos inunda:


        "Como los seres humanos son la infraestructura viva de los países y las tareas en el Sector Salud tienen un carácter prioritario, el Gobierno pone énfasis en la enunciación de las pautas que orientarán su acción, pues ellas interesan por igual a todo el pueblo argentino sin distinción de edad u ocupación.
        Es así que las prestaciones y servicios deben darse por la simple condición humana de quien los recibe, no admitiéndose diferencias. Para ello, tales servicios serán gratuitos, y se eliminarán las barreras culturales, geográficas y económicas que hoy registran privilegios y restringen el acceso de todos a los servicios de salud.
        Además, no debe existir libre empresa en cuanto a quienes intervienen en problemas de la asistencia médica, ya que ésta favorece una estéril competencia entre entidades y sistemas, incrementa considerablemente los costos, crea desigualdades en la atención de los enfermos, hace un uso indiscriminado de la tecnología y distribuye inadecuadamente los recursos, ejerce una práctica individualista y deshonesta de la medicina y un superfluo consumo de medicamentos y drogas favoreciendo las formas sofisticadas y triviales de la atención médica."



        (Fragmento del discurso de asunción pronunciado ante el Congreso por el Presidente de la Nación Argentina Héctor J. Cámpora, 25 de mayo de 1973).


Diana Braceras, febrero de 2003.



1) Navarre Teresa, "El buen estado de ánimo es clave en la lucha contra el cáncer", en Diario Médico, Valencia , 04-02-2002. Nota realizada sobre comentarios de la Presidenta de la Asociación Española de Psico-oncología.