Estructura de la Relación médico-paciente: la Transferencia (II)

‘NO CONTABAN CON SU ASTUCIA’

 Lic. Diana L.Braceras

  

I. Transferencia y Resistencia

  Cuando la persona del médico o algo relacionado con él, cobra un interés especial  para el paciente, Sigmund Freud advierte que el profesional no ha de tomar en cuenta ni los cumplidos ni las suspicacias, como algo exclusivamente  personal, considera que ese repentino valor le viene transferido de otra relación más importante en la vida de su paciente y está directamente develando la posición inconciente de ese sujeto con su deseo.

Ya sea del órden del halago:

O del desprecio:

Los momentos de la entrevista o de un tratamiento, cuando emergen estos “fenómenos  transferenciales”, son muy ricos para “aoscultar” la posición que el sujeto (paciente), tiene respecto de su enfermedad, la posibilidad de curación o de presentar complicaciones, abandonar el tratamiento o boicotearlo.

Otro “padre”del Psicoanálisis, Jaques Lacán, es categórico: “No suponga siempre el médico que el paciente lo que quiere es curarse”. Podríamos extender la idea: tampoco supongamos que lo que desean los familiares a cargo u acompañantes es que el paciente sane.

La transferencia tanto puede motorizar, favorecer el tratamiento,  como también ser un obstáculo insalvable   contra el que toda intervención terapéutica fracase.

 ¿Qué indicación podemos derivar de estas observaciones, que aporta una disciplina que se dedica a desmenuzar lo que ocurre en la relación médico-paciente en situaciones clínicas? 

El médico tiene que estar muy atento en esos momentos claves de la consulta del paciente, cuando algo de su decir o hacer lo involucra. Esto no dejará de producirse, para  bien o para mal de la continuidad o del éxito del tratamiento.

 ¿Porqué puede ser importante?

Porque si lo tiene en cuenta, tiene la oportunidad de situarse de la mejor manera posible para dirigir ese tratamiento. Concretamente podríamos hacer una comparación con el recorrido de un atleta para llegar a la meta:

Por más entrenamiento que tenga y aún conociendo el circuito con los ojos cerrados, si no está bien alerta a las particularidades del terreno o del entorno, en el momento que le toca correr, puede chocar con  obstáculos imprevistos, calzarse de manera inadecuada para el estado de la pista, o no tener en cuenta que aquellos con quienes tiene que contar, le están jugando en contra y han pactado con el adversario.

La conducta del médico, como la del deportista advertido, no se reducirá entonces a la  aplicación invariable de sus pautas de entrenamiento: No es lo mismo correr sobre una cinta de entrenamiento en su gimnasio, que triunfar en una carrera con obstáculos en pista embarrada. Tenemos un buen dicho popular para estas cuestiones: “En la cancha se ven los pingos” .

No quitamos importancia al conocimiento académico, técnico y científico, éste debe ser adquirido y actualizado rigurosamente. Es necesario, pero no suficiente. En tratamientos especialmente complejos, como los que se manejan en pacientes oncológicos, las ansiedades y riesgos que implican justifican plenamente, considerar todos los aspectos clínicos que se puedan tener en cuenta para favorecer el mejor curso terapéutico. 

¿Cuáles serán  entonces los objetivos del tratamiento médico?

  1.  Descriptivamente: reconstruir las funciones del organismo que posibiliten la conservación y el disfrute de la vida, incluyendo las consecuencias de la afección y los traumatismos sufridos.

  2. Dinámicamente:  vencer las resistencias al tratamiento manejando los fenómenos transferenciales a favor de la cura.

¿Qué consecuencias lógicas  implica entender las cosas de este modo?

  1. Que el Inconsciente no es un lugar inaccesible y abstracto que subyace al funcionamiento mental . El lugar que ocupe el médico como los avatares del tratamiento, no serán ajenos a la historia personal y a la posición que se tenga respecto de sus deseos en juego.

  2.  Que toda relación médico-paciente es singular, es decir que tanto del lado del paciente como del médico tratante, en la instancia que los reúne: la contingencia de una enfermedad

 II. Transferencia y repetición

Otra de las dimensiones de la transferencia que nos importa tener en cuenta en la consulta médica, es  la Repetición, testimonio del inconsciente, su puesta en acto. 

En la transferencia se despliega  lo que no se sabe:

Dice Sigmund Freud: “no es posible liquidar a un enemigo ausente o que no esté lo bastante cerca”:

            En la Transferencia el paciente escenifica un fragmento importante de su biografía actuando ante nosotros, en lugar de informarnos, acerca de su estilo de relacionarse, sus miedos, sus odios, el lugar desde donde establece sus vínculos o espera que el Otro le responda.

Si aparece esta dimensión, nos da la oportunidad de observar “en vivo” los “clichés”singulares con que el paciente funciona “automáticamente” en sus vínculos fundamentales, más allá de un criterio de realidad o elección personal, incluso conduciendo a lo peor, para su propio bienestar.

Con la  repetición, no sólo se trata de una distinta modalidad de producir material nuevo en transferencia, sino que pone en evidencia especialmente  aquello que insiste más allá del Principio del placer (funcionamiento psíquico con el que normalmente se regula el bienestar subjetivo). El automatismo de repetición lleva al paciente a situaciones francamente inadaptadas, antihomeostáticas, que lo someten al sufrimiento, a las pérdidas  y en extremos, lo aproximan a la muerte

Por ejemplo, no hace falta ser psicoanalista, para advertir que en la vida de las personas, hay situaciones que repiten el infortunio de tal manera que se dice:

 - ¡ Qué mala suerte que tiene fulano con las mujeres, siempre le pasa lo mismo! ;

- ¡ Otra vez sopa: no logro salir de una que ya me meto en otro drama, parece que fuera a propósito!;

- ¿ Y quién te manda a buscar siempre situaciones tan complicadas?

Esta es una de las ideas más fuertes y resistidas que aportó como novedad el Psicoanálisis, abriendo a una dimen­sión del sujeto que nada tiene que ver con el ideal de unidad, adaptación y progreso que imaginariamente tendemos a creer como destino evolutivo del ser humano.

 La complejidad del concepto de “repetición” responde a la complejidad de nuestra clínica, a la complejidad del sujeto. Causa profundo disgusto el descubrimiento freudiano, que con los conceptos de “inconciente”, “repetición”, “necesidad de castigo”, “pulsión de muerte”, afecta la optimista visión del ser humano como reflejo de un ser superior, absolutamente racional y autoconciente. Por eso se responsabiliza a Freud y su método terapéutico, el Psicoanálisis,  por haber infligido la tercera herida narcisista a la humanidad:

 

Descentrar al sujeto humano como el soberano de sus actos.

En el mismo sentido, primero Copérnico lo destituyó como habitante del centro del universo y luego Darwin lo elimina de la estirpe divina incluyendo al hombre como producto de la evolución zoológica.

 Cada uno de estos movimientos en la Historia de la Humanidad, ha costado la exclusión, la soledad, el repudio y hasta la muerte de los hombres que defendieron estas evidencias tan ajenas al espíritu egocéntrico humano.

 En la Clínica asistencial con seres humanos, estar advertidos del complejo funcionamiento del sujeto, tanto médico como paciente, es fuente de recursos para dirigir mejor la cura de nuestra competencia y preservar el propio equilibrio personal. 

¿Cómo manejar la relación terapéutica según vayan apareciendo en el tratamiento los fenómenos transferenciales?

 Aunque NO todo pueda estar “fríamente calculado”...el trabajo interdisciplinario preserva la práctica médica.

 

Diana Braceras, diciembre de 2000.

 

Bibliografía recomendada

Freud Sigmund. “Psicoanálisis” (Cinco Conferencias pronunciadas en la Clark University, Estados Unidos). Obras Completas. Tomo II. Pág. 1533.
Freud Sigmund. “La dinámica de la Transferencia”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1644.
Freud Sigmund. “Consejos al médico en el Tratamiento Psicoanalítico”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1654.
Freud Sigmund. “La iniciación del tratamiento”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1661.
Freud Sigmund. “Recuerdo, Repetición y Elaboración”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1683.
Freud Sigmund. “Observaciones sobre el Amor de Transferencia”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1689
Freud Sigmund. “Lecciones Introductorias al Psicoanálisis”, Parte III “Teoría General de las Neurosis, la Transferencia”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 2391.
Freud Sigmund. “Más allá del Principio del Placer”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 2507.
Freud Sigmund. “El porvenir de la Terapia Psicoanalítica”. Obras Completas. Tomo II. Pág. 1564.
Lacán, Jacques. “Los escritos técnicos de Freud”. El seminario de Jacques Lacan. Paidós, Barcelona, 1981.
Lacán, Jacques. “Psicoanálisis y Medicina”. Intervenciones y Textos 1. Ed. Manantial, Buenos Aires, 1985.
Yospe, Jaime-Izaguirre, Guillermo y colaboradores. Salud Mental y Psicoanálisis. Ed. Eudeba, Buenos Aires, 1999